Tecnología de puntada a puntada – Uso de equipos avanzados para cada parte del proceso
El naciente emprendimiento personal y familiar, daría sus primeros cortes sobre el piso de la cocina de la Sra. Carolina. En sus finas manos sobre la mesa de su comedor se daban las primeras puntadas hacia una historia llena de amor y empeño. Cada etapa del proceso de crecimiento estuvo abrigada de compromiso por hacer cada vez mejor los productos y los procesos
La primera máquina luce orgullosa en una vitrina en la entrada de las oficinas de Confecciones Carolina. Una cosedora a manivela que volvería a usarse casi 60 años después, durante la última entrevista televisiva que le hicieran a la fundadora. EN las manos de la Sra. Carolina, la pequeña máquina de costura volvió a sus mejores épocas y con su destreza se confeccionó una blusa.
La tecnología fue una de las premisas desde el principio. Después de la máquina a manivela se adquirieron las primeras máquinas de coser a pedal. Luego se les incorporó motor y fueron de las primeras marcas en venir a Lima.
Más adelante, los mecanismos fueron más eficientes y los motores se redujeron. Allí aparecieron las máquinas de coser semi-industriales y las primeras máquinas para cortar tela. Toda una revolución que se festejó con orgullo en el taller de la empresa. Ya no era necesario cortar las telas una a una con tijeras. Ahora podían incrementar los cortes de un solo trazo mecánico.
Con los años, la tecnología japonesa aparece con productos mejorados, en donde ya se hacían famosos en el mundo de la confección, los hombres como rectas industriales JUKI DDL-5550 y una industrial JUKI MO-2540.